Guía Comercio Seguro 2024: Recomendaciones y medidas para un comercio protegido
En el entramado económico de cualquier sociedad, el comercio es una arteria esencial, una que no solo vehicula la economía local, sino que en su capilaridad alcanza los rincones más remotos de las ciudades y pueblos. Sin embargo, su misma naturaleza lo hace vulnerable, objetivo de amenazas constantes que van desde el hurto común hasta las complejas estafas telemáticas. Es en este escenario donde la Guía Comercio Seguro 2024, impulsada por la Dirección General de la Policía, adquiere un valor insustituible.
Este documento, resultado de años de experiencia y cooperación entre el sector público y privado, se erige como un manual práctico dirigido a comerciantes y empresas, con recomendaciones clave para afrontar riesgos y prevenir delitos. La edición de 2024 no solo consolida medidas ya conocidas, sino que incorpora soluciones adaptadas a nuevos retos, como el auge del comercio electrónico y la necesidad de proteger datos en un entorno digital.
Seguridad en el establecimiento comercial
El primer punto de atención es el propio establecimiento. Aquí, la guía subraya la necesidad de medidas físicas y electrónicas que disuadan a los delincuentes y protejan bienes y empleados. La instalación de puertas de seguridad, sistemas de videovigilancia certificados y controles periódicos del funcionamiento de estos equipos son sugerencias centrales. La guía recomienda no confiar en supuestos expertos de seguridad no acreditados y contratar solo empresas autorizadas. Además, medidas como balizas ocultas entre mercancías o sistemas emisores de humo son opciones para reforzar la protección.
En cuanto a la prevención de alunizajes —métodos que utilizan vehículos para romper accesos—, la guía menciona elementos específicos como bolardos, maceteros o cristales de seguridad. También se insiste en la vigilancia constante de los sistemas de cierre, cerraduras de alta resistencia y la protección de accesos menos visibles como tragaluces y respiraderos.
Seguridad en la distribución y productos
El transporte de mercancías es otro eslabón crítico. Aquí, la vulnerabilidad aumenta en las paradas prolongadas y los puntos de carga y descarga. La Guía Comercio Seguro 2024 propone medidas organizativas como la geolocalización de transportes y la diversificación de rutas. Los transportistas deben mantener absoluta discreción sobre la naturaleza y destino de las cargas, evitando patrones previsibles que faciliten la acción delictiva.
Para los productos comercializados, el uso de dispositivos de protección mecánica y electrónica resulta esencial. Los artículos valiosos deben exhibirse en vitrinas cerradas o ubicarse lejos de accesos. Además, el inventario periódico y la identificación de causas de pérdida permiten minimizar los riesgos de hurto interno y externo.
Medidas organizativas y prevención
La gestión eficiente y segura de los fondos sigue siendo una de las grandes preocupaciones del sector. La guía aconseja fomentar el pago electrónico, limitando el efectivo en caja y realizando ingresos bancarios en horarios y días aleatorios. El transporte de grandes sumas debe contar con medidas extremas de precaución, como la contratación de empresas de seguridad privada.
En términos de prevención, la formación y concienciación del personal es fundamental. Identificar comportamientos sospechosos en clientes, como actitudes vigilantes o preguntas sin interés real de compra, permite anticiparse a situaciones de riesgo. Asimismo, los comerciantes deben mantener un nivel de alerta permanente durante los momentos de mayor afluencia, cuando los delincuentes aprovechan el bullicio para actuar.
Comercio electrónico: un reto de seguridad
El auge del comercio electrónico ha traído consigo desafíos inéditos en materia de seguridad. La Guía Comercio Seguro 2024 ofrece pautas claras para proteger plataformas y datos de clientes. La contratación de servicios web reconocidos, el uso de pasarelas de pago seguras y la actualización constante de software y sistemas de protección son medidas clave.
La guía alerta sobre técnicas de fraude como el phishing y el QRishing, donde ciberdelincuentes suplantan identidades corporativas para obtener credenciales o datos financieros. La monitorización de redes sociales y la autenticación de transacciones son estrategias necesarias para evitar suplantaciones y garantizar operaciones seguras.
La formación en ciberseguridad del personal también ocupa un lugar prioritario. Empleados informados sobre amenazas digitales podrán identificar intentos de fraude y proteger tanto la operativa como la reputación del negocio.
Falsificaciones y competencia desleal
Uno de los problemas más persistentes en el sector comercial es la proliferación de productos falsificados, que no solo afecta a las marcas legítimas, sino que compromete la confianza del consumidor. La guía insta a los comerciantes a extremar precauciones con sus proveedores, exigiendo facturas detalladas y desconfiando de precios inusualmente bajos. En caso de sospecha, se deben denunciar estas prácticas a las autoridades competentes, conservando el producto como prueba.
Pautas de actuación ante situaciones de riesgo
La guía también dedica un espacio fundamental a las pautas de actuación frente a hechos delictivos. Ante situaciones sospechosas, la recomendación es siempre evitar la confrontación directa y comunicar de inmediato los hechos a la Policía Nacional. Las indicaciones incluyen conservar pruebas —como imágenes grabadas o descripciones físicas de los autores— y no acceder al establecimiento hasta que las autoridades lo indiquen.
Para agilizar las denuncias, la guía presenta la modalidad de denuncias in situ, dirigida a establecimientos que se haya adherido al “Protocolo de Denuncias in situ”. Esta opción permite formalizar denuncias sin necesidad de desplazarse, facilitando la respuesta policial y la colaboración del sector.
Una herramienta necesaria para el presente y futuro del comercio
La Guía Comercio Seguro 2024 no es solo un compendio de recomendaciones; es una herramienta estratégica en la construcción de un comercio más seguro y resiliente. Su utilidad radica en la capacidad de anticipar riesgos, actuar con firmeza frente a las amenazas y establecer una colaboración constante entre el sector público y privado.
El comercio, como motor económico y social, requiere de un entorno seguro donde comerciantes, trabajadores y clientes puedan desempeñar su papel con confianza. En un contexto marcado por la incertidumbre y la evolución constante de las amenazas, esta guía se posiciona como una brújula indispensable, recordándonos que la seguridad es un esfuerzo compartido.
La responsabilidad del comerciante es doble: ofrecer un entorno seguro a sus clientes y proteger sus bienes. La Guía Comercio Seguro 2024 establece el camino a seguir, pero su éxito depende, en última instancia, de su aplicación práctica y del compromiso de todos los actores implicados. La seguridad, además de un reto, es un derecho que sustenta la confianza y la prosperidad del comercio.