Los fenómenos de movimientos centrípetos y centrífugos en escenarios de masas humanas Parte II

Medidas a adoptar una vez ocurridos los fenómenos

Cuando los fenómenos de movimientos centrípetos y centrífugos ya han ocurrido y han llevado a una situación de emergencia o peligro hay que adoptar medidas rápidas y efectivas para mitigar los riesgos y proteger a las personas involucradas. Vamos a describir y analizar una serie de pasos y medidas que el personal de seguridad y emergencias puede adoptar para hacer frente a estos escenarios.

1. Evaluación rápida de la situación

Lo prioritario será realizar una evaluación rápida y precisa del entorno para identificar la gravedad de la situación, la densidad de la multitud y cualquier peligro inmediato. La situación exige una valoración e identificación de las áreas donde la aglomeración es más severa y donde las personas puedan estar en mayor riesgo.

En un concierto al aire libre, una estampida puede ocurrir si el público se aglomera excesivamente cerca del escenario. La gravedad de la situación se puede evaluar observando cuántas personas están empujando hacia el frente y si hay señales de pánico, como gritos o personas cayendo.

En un evento deportivo, las entradas y salidas pueden convertirse en cuellos de botella donde se forme la aglomeración. Se tendría que colocar personal de seguridad en estas áreas, mantener las salidas de emergencia despejadas y, si es necesario, detener temporalmente el ingreso de más personas hasta que se disperse la multitud.

Por tanto, la seguridad debe establecer puntos de observación elevados para controlar la densidad y el comportamiento de la multitud. Para ello se pueden usar drones o cámaras de vigilancia para medir la densidad de personas en diferentes. Existen avanzados software de simulación que pueden predecir cómo se moverá la multitud y dónde podrían surgir cuellos de botella (Massmotion, LEGION, Simwalk, Anylogic, etc.).

2. Comunicación inmediata

Si se detecta un aumento en la presión de la multitud, la intervención debe ser inmediata. Pero debido al estado emocional de los afectados las instrucciones deben ser claras, breves y precisas, utilizando sistemas de megafonía, altavoces o personal de seguridad para comunicarlas. Repetir las instrucciones regularmente para asegurarse de que todos las escuchan y las entienden, no olvidando que las instrucciones deben darse de forma imperativa a la vez que tranquilizadora para evitar el pánico.

3. Apertura de vías de escape

Asegurarse de que todas las salidas de emergencia estén despejadas y accesibles. Si es necesario, utilizar personal de seguridad para guiar a las personas hacia estas salidas. No obstante, si las rutas habituales están bloqueadas o congestionadas, se deberá proceder a habilitar rutas alternativas para facilitar la evacuación.

4. Control y reducción de la densidad

Redirigir el flujo mediante barreras móviles o personal hacia áreas menos congestionadas; fomentando el espaciado dentro de la multitud mediante señales o instrucciones directas, reduciendo de esta forma la presión en las zonas con mayor aglomeración.

5. Atención médica inmediata

Establecer puntos de primeros auxilios en áreas estratégicas para atender rápidamente a personas que hayan resultado heridas o que sufran de estrés o ansiedad, teniendo en cuenta que posiblemente haya que desplegar equipos médicos móviles para llegar a áreas de difícil acceso.

6. Control del pánico

La conducta de pánico es la condición más difícil de afrontar en estos escenarios, siendo el pánico colectivo, una vez manifestado, casi imposible de remediar, teniendo que activar medidas de autoprotección en el personal. No obstante, tener personal capacitado en manejo de crisis y apoyo psicológico para ayudar a calmar a las personas y prevenir el pánico, estableciendo áreas designadas donde las personas puedan reunirse y calmarse, lejos de la multitud principal, facilitaría con creces el operativo.

El pánico se caracteriza por un enorme descontrol, la gente empieza a actuar irracionalmente, gritando, corriendo sin rumbo y empujando a otros. Aparece el “Efecto Dominó” extendiéndose rápidamente a través de la multitud, empeorando la situación. Y a nivel cognitivo-emocional las personas sienten que deben escapar inmediatamente, sin evaluar todas las opciones disponibles.

7. Coordinación con servicios de emergencia

Activar los protocolos de emergencia y coordinarse con los servicios de emergencia locales, incluyendo policía, bomberos y servicios médicos; manteniendo una comunicación constante con los servicios de emergencia para proporcionar actualizaciones y recibir instrucciones adicionales.

8. Despliegue de recursos adicionales

Si es necesario, solicitar la ayuda de personal adicional, incluyendo voluntarios capacitados y personal de emergencias; a la vez que se hace uso de equipamiento adicional como luces de emergencia, megáfonos y barreras móviles.

9. Documentación y análisis posterior

De cara a futuros eventos, el registro de Incidentes documentando todo lo sucedido es importante para asegurar que no vuelva a suceder. De esta manera se identificarían las áreas de mejora y actualizarían los planes de emergencia.

Los estudios a posteriori demuestran que la adopción de medidas rápidas y efectivas es la manera de solucionar las posibles emergencias surgidas una vez que los fenómenos de movimientos centrípetos y centrífugos han ocurrido. La clave estaría, como hemos intentado explicar en este artículo, en la evaluación rápida, la comunicación clara, la apertura de vías de escape, el control del pánico y la coordinación con los servicios de emergencia.

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