La labor de enlace del director de seguridad.

La figura del director de seguridad a cargo de un departamento de seguridad la encontramos en organismos públicos y empresas privadas que, o bien por ser declarados infraestructuras críticas o bien por su volumen de necesidades de  contratación de servicios seguridad privada, deben contar con esta figura; o debido a la conciencia de la importancia de la seguridad en el mundo actual, también la encontramos en organizaciones que sin estar obligadas a ello, la implementan y aprovechan sus enormes posibilidades.

El director de seguridad es una figura a menudo desconocida para todo aquel que no esté familiarizado con la legislación o el sector de la seguridad privada, pero sus funciones transcienden mucho más allá del sector de la seguridad privada, del que proviene su normativa reguladora y su habilitación, y proyectan al director de seguridad hacia un universo de posibilidades de ejercer la necesaria vinculación entre:

– la seguridad pública y privada,

– la seguridad de dentro de su organización proyectada en el entorno de la seguridad nacional,

– la seguridad de la información y la seguridad física,

– la seguridad frente a riesgos laborales y la prevención,

– la autoprotección entroncada en el ámbito de los planes de protección civil del entorno.

Cada uno de los puntos anteriores abre un amplio campo de posibilidades para el desarrollo de las funciones del director de seguridad, y en el artículo de hoy nos centraremos en la labor de enlace imprescindible que realiza el director de seguridad de una entidad, pública o privada indistintamente, entre la seguridad pública y privada, entre el organismo en el que está integrado y el mundo exterior, entre su servicio de vigilancia y su seguridad y la que proporcionan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

La estrategia de seguridad de una entidad no se puede determinar correctamente si no se pone en contexto del entorno de la seguridad nacional, se enlazan con las actualizaciones de la Estrategia de Seguridad Nacional, con los niveles de alerta en que nos sitúa el Ministerio del Interior, con la información fluida y constante que emanan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad Públicos, no como una foto fija, sino como información que fluye como un río constante.

El Director de seguridad pone a su organización en el contexto exterior en el que se ubica. Para ello está permanentemente canalizando ese flujo de información hacia el interior de su organización, para conseguir que la información penetre y haga conscientes a todos sus miembros de su necesaria implicación en la seguridad, alineándolos con el objetivo a conseguir, que es en última instancia trabajar conociendo los riesgos para poder evitarlos.

A su vez, en sentido opuesto, recoge la información de las diferentes áreas de su organización, así como de la inagotable fuente de información que constituye su servicio de seguridad privada, para canalizarla hacia los diversos servicios que ofrecen. Y prepara a su entidad, de manera ágil y profesional, para el apoyo que necesite en cada situación de las fuerzas de seguridad públicas, y viceversa, es decir, pone a su entidad a disposición de colaborar con las FFCCSS de manera profesional.

Las FFCCSS conocen ya desde hace años la importancia de contar con la fuente de información, la asistencia, la colaboración y el apoyo que constituye la seguridad privada, y si en la organización ese vínculo lo realiza un director de seguridad, saben que esa información proviene de un profesional con conocimiento de la organización, de la normativa, y pueden encontrar en esa figura a un colaborador confiable en quien apoyar su necesidad bien sea de información, de colaboración, de investigación, etc.

Señalar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con los que el director de seguridad entronca su organización son diversas y de gran volumen, con delegaciones territoriales y centrales, diversidad de funciones, gran complejidad interna, y están inmersas en continuo cambio de estructura y responsables, por lo que la labor del director de seguridad de trabajar y mantener las relaciones públicas para tener al día los cauces de comunicación es una labor constante.

De esta manera y sin coste, la organización del director de seguridad contará con apoyo de toda la potencia de las FFCCSS a su disposición, de manera que no se producirán brechas de seguridad en la transición entre lo interior y lo exterior. Esa labor será palpable en la  organización de eventos y celebraciones, en los que la seguridad privada de la entidad encontrará el respaldo del las FFCCSS de manera completa y sin fisuras por donde se pueda colar algún riesgo para la entidad.

Si atendemos a la normativa de protección de infraestructuras críticas, en mi opinión existen muchas más de las que en la actualidad han sido nombradas como tales en tanto en cuanto que su malfuncionamiento puede afectar gravemente a grandes poblaciones, como por ejemplo ayuntamientos y diputaciones, donde residen bases de datos datos de municipios completos como su padrón, repositorios de datos de recaudación, de contabilidad, etc., cuya pérdida podría causar grandes perjuicios a sus ciudadanos, que es exactamente la definición de infraestructura crítica en su concepción más amplia. Si en esas corporaciones existe un director de seguridad, su nivel de protocolarización de procesos será alto, y estarán preparadas para funcionar como si fueran infraestructuras críticas, de manera que si en algún momento les llega su designación, habrán hecho los deberes para estar preparadas para la exigente adaptación en materia de seguridad de sus organizaciones. De nuevo el director será el enlace para la transición a la primera liga de las empresas en términos de seguridad.

Como conclusión, he tratado de exponer a la desconocida figura del director de seguridad en las organizaciones, como enlace esencial que entronca su organización con el exterior, facilitando numerosas ventajas tanto para su organización como para el bien general, en que la seguridad sea tratada por un profesional, concentrador de flujos de información y actualizaciones, aportando un valor añadido de enormes dimensiones que no siempre se conocen y aprovechan.

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