Un error común de los analistas, es filosofar para nosotros mismos, de forma y modo que no nos entienda el lector.
Este asunto se trata de un niño gordito malcriado, borracho y tocado por la locura propia de un dictador, quien seguramente lesionado por su peluquero al hacerle la raya en medio, ha acentuado su ánimo belicoso.
Los servicios de inteligencia estadounidenses y las alianzas de los anteriores con China, Rusia, Corea del Sur y Japón ya han hecho su trabajo, penetrando en un sistema aparentemente cerrado a cal y canto, capturando la información necesaria de esa gran red local, observando a través de ella y en menor medida a través de la captación humana, que su marketing militar es más potente que su aparataje naval, aéreo y terrestre.
Aunque si bien es cierto que yéndonos a las cifras de tropa podríamos asombrarnos tras la suma, conviene poner en cuarentena los más de 7 millones de reservistas, los cuales, no gozan de la preparación, ni los medios, ni la vocación para guerrear.
Por otro lado, yo guardo con cariño un ordenador “spectrum”, el cual aún enciende, lo que no quiere decir que pueda darle la utilidad esperada en los tiempos en los que vivo. Eso sucede cuando tus aviones, buques, tanques, algunos submarinos, otras armas y sistemas de guiado, fueron adquiridas en los años 60.
EEUU ya pre posicionado en la zona con sus buques incardinados en el Comando del Pacífico, los cuales se suman a los existentes y dotados con los famosísimos tomahawks guiados por el no menos célebre sistema Aegis, está preparado eficazmente para abortar iniciativas de ataque.
No son buenos tiempos para guerrear y ningún país excepto el gobernado por el nene gordito, tiene interés en que su Bolsa caiga hasta el subsuelo y su economía se resienta en un escenario convulso.
En la fase de “preparación para la guerra”, los ciberguerreros americanos, japoneses, chinos y rusos, colaboran en trabajos de recogida de información de interés especialmente sobre las infraestructuras, servicios y movimientos militares que realiza en estos momentos el chico gordito.
Las alianzas militares de EEUU con países “poco amigos” tradicionalmente, saben aparcar sus pugnas y conflictos de intereses cuando la amenaza es latente, -como es el caso-, en un mundo virtual el de internet donde no existen los límites fronterizos, aprovechando tal circunstancia para defender una colaboración mayor.
Estudiando el lenguaje no verbal del presidente Trump en sus declaraciones en la red respecto de Corea del Norte y el nene gordito, preocupa especialmente cuando “leemos” cómo habla su cuerpo al lanzar declaraciones como la siguiente: “enfrentará fuego e ira como el mundo nunca ha visto”. La comunicación verbal de Trump no requiere estudio, pues su animoso discurso a falto de chicle, acredita el ánimus belli y su ausencia de diferencia entre sus expresiones y micro expresiones con aquello que dice.
Bueno…¿y cómo va a acabar esto?
Sabemos que nadie gana en un enfrentamiento con tintes nucleares, razón por la cual la estrategia de golpear y negociar tiene un gran riesgo ante el supuesto más que probable que Corea del Norte ataque a Corea del Sur. La determinación de los EEUU y el error garrafal de hoy donde el nene gordito ha lanzado un misil encarado al norte de Japón, aumenta la temperatura de esa potencial “tercera guerra mundial” donde intervendrían más de 5 países, teniendo una afectación global.
No obstante lo anterior, el comedor de hamburguesas de corte de pelo atroz, necesita compensar la balanza entre sus actuaciones marquetinianas y sus actos irracionales. Se ha podido observar en estos meses de mandato del presidente Trump que aunque si bien tiene un carácter sobradamente impulsivo, aprende a escuchar a algunos de sus consejeros en materia de seguridad, aunque otros queden en el camino. Estos buenos consejos de sus expertos se traducen en la calma necesaria que le han permitido como comandante en jefe, encaminar al Carl Vinson hacia la zona, así como otros movimientos.
Por otro lado, desde la vertiente de la protección integral de los EEUU ante un potencial ataque, se conoce del exitoso Programa Espacial de Defensa Antimisiles, garante de elevadísimos porcentajes de seguridad ante el potencial lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales que pudieren establecer como blancos o targets, puertos de elevado interés estratégico como el de San Diego, Los Ángeles y San Francisco y otros targets lógicamente.
Parece razonable entonces pensar, que el nene gordito con un claro balance negativo entre lo que vende y lo que compra, encontrándose entre los 10 países más pobres del mundo a pesar de que China represente el 80% de su comercio, necesita dinero para su subsistencia. Esta circunstancia le ha llevado a la creación de “cibernegocios ilícitos” hackeando bancos en varios países del mundo -alrededor de 20-, es decir, tiene también ciberguerreros.
Sin querer ser pretencioso entonces, dejamos el análisis de inteligencia para los expertos militares y de los distintos servicios. Aunque…., nos sale la vena de querer dejar escrita la quiniela.
A juicio humilde de quien escribe, se entiende que el nene gordito de las hamburguesas continuará con sus escaladas e iniciará un guerreo contra Corea del Sur, un pequeño ataque contenido. Tras ese ataque, la comunidad internacional y especialmente China y Rusia actuarán como mediadores en las previsibles negociaciones mientras los EEUU ocupando el papel del generalato de la alianza tutelarán las acciones ulteriores.
En ese “inter in”, los ciberguerreros de la alianza, podrían realizar acciones quirúrgicas para asfixiar iniciativas irracionales y tocadas por la locura, abortándolas o minimizándolas, al tiempo que el potencial estadounidense y su tecnología se mostraría como argumento disuasorio.
China en esencia, es la clave del asunto, lo que nos obliga quizás a monitorizar no tanto a Pyongyang, sino a los movimientos políticos y militares de la anterior.
EEUU y China, tras los primeros pasos del presidente Trump, se encaminan a poder seguir conviviendo en esa relación de competencia e interdependencia, teniendo en cuenta que China, habiéndose convertido en una de las principales compradoras de Bonos del Tesoro estadounidense y por tanto siendo una de las grandes acreedoras, no tiene interés alguno en guerrear, ni en que se guerree.
Con toda seguridad, estas dos superpotencias, buscan por medio de codazos, ocupar y ostentar el primer lugar del poder mundial, pero la inteligencia China y el saber hacer americano, con toda seguridad encontrarán la fórmula para estrechar las alianzas, sumándose China, Japón, lógicamente nuestra querida Europa y esa recién nacida “OTAN Árabe”, además de algún otro país distraído.
El tiempo nos dirá y seguiremos leyendo y escribiendo para entretenernos.