Bajo este título vamos a desarrollar una serie de conceptos y técnicas que tienen que ver con la aplicación de la Estadística en cuestiones y problemas relativas a la Seguridad en general, desde las más diversas facetas. Nos guiará el conocido lema de la Gestión Empresarial «lo que no se puede medir, no se puede gestionar», lema adaptado de una cita de William Pepperell Montague, filósofo estadounidense (1873-1953), referido a la Física que afirma que «De acuerdo con la nueva física, lo que no se puede medir no existe físicamente». Y, en efecto, en nuestra realidad basada en el conocimiento, si queremos conocer en profundidad un fenómeno, situación, actitud, suceso, etc., debemos utilizar herramientas cuyo soporte sea la toma de datos y, por tanto, una medida con la que podamos registrar, describir, controlar, comparar, mejorar y, en definitiva, analizar científicamente la realidad que se nos muestra.
La Estadística es la Herramienta (con mayúsculas) que nos proporciona la Ciencia, con la que analizamos los datos que se toman de un fenómeno a estudiar, datos que se obtendrán básicamente de forma objetiva y reproducible. No es objeto de esta serie de artículos detallar la inabarcable variedad de técnicas de toma de datos, pero baste con recordar que en la Física es central la determinación del instrumento de medida (y su calibración, claro está) para describir un fenómeno, y que en las Ciencias Sociales la diversidad de modos de toma de datos explica, en parte, que existan áreas de conocimiento dedicadas específicamente a la Metodología (de las Ciencias Sociales, de las Ciencias del Comportamiento, etc.). Por ejemplo con el uso de tests en Psicología y Marketing para analizar comportamientos y características de las personas, con encuestas para medir opiniones políticas, y con procedimientos menos conocidos como el análisis de datos de texto para describir la evolución literaria de un escritor (o en lingüística, la cercanía/similitud de dos lenguas).
La Estadística es, como decimos, el nexo de unión de este conjunto de técnicas que permiten analizar y, por tanto, preparar la toma de decisiones sobre el fenómeno estudiado para el que se ha realizado la toma de datos. Así, centrándonos en cuestiones de Seguridad, la Estadística es la herramienta que nos permite tomar decisiones en problemas de asignación óptima de recursos, evaluación de protocolos de seguridad, análisis de riesgos (determinación de factores principales, interacción de factores, etc.), gestión y análisis de tiempos de evacuación, análisis de percepción de seguridad, diseño y mejora de estrategias de seguridad, y un amplio etcétera.
En los siguientes artículos haremos una descripción más detallada sobre aplicaciones en el campo de la Seguridad (y también de la Criminología) en los que la Estadística tiene un papel fundamental como instrumento de análisis si bien, a modo de anticipo, citaremos inmediatamente (por ser obvio) que cualquier empresa dedicada a la Seguridad, como tal empresa, está interesada en el uso eficiente de material, personal e instalaciones que pone a disposición de la tarea que tenga encargada, es decir, estará interesada en asignar de modo óptimo sus recursos. No es una novedad decir que gran parte de la rentabilidad empresarial está ligada a la gestión eficiente de estos recursos. Pues bien, la Estadística «impregna» cada acción de análisis que realiza el gestor: control de turnos, análisis de absentismo, asignación de tareas (en función de zonas, personal, riesgos y demanda de servicios), etc.
Un ejemplo de aplicación, que reseñamos por su novedad e interés sobre este aspecto, es el trabajo del inspector de la Unidad de Planificación Estratégica y Coordinación de la Policía Nacional e investigador del departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Granada, Miguel Camacho Collados, que en colaboración con científicos del Cuerpo Nacional de Policía, de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y la Policía de Los Ángeles, han aplicado métodos estadísticos al patrullaje policial y han desarrollado un sistema informático basado en algoritmos de decisión multicriterio, que permite predecir (obviamente con base en información policial previa) cuántos delitos y de qué tipo se van a producir en el próximo turno policial, con objeto de optimizar la asignación de recursos policiales por zonas.
Otro ejemplo interesante es el referido al análisis y gestión de tiempos de evacuación, cuestión relevante en muchos encargos de Seguridad. En este caso se trata de determinar las condiciones generales de desalojo de un recinto que eviten, o minimicen, los riesgos sobre las personas que se encuentran en el recinto. Para ello el análisis, con base en la Norma, se centra en el tiempo, el espacio y la organización de la evacuación. Pues bien, la generalidad de los Servicios de Seguridad basan los cálculos del Plan de Autoprotección en fórmulas meramente estimativas (que obviamente aparecen en la Norma) sobre los tiempos de detección, de alarma, de reacción (o retardo) y de la evacuación en sí misma. Estos tiempos son testeados en simulacros, que proporcionan en la práctica valores más precisos, sobre el recinto concreto que se trate. No obstante, esta visión «estática» no permite un análisis más profundo de acciones que mejoren los tiempos observados, por ejemplo con la apertura/ampliación de vías de escape, eliminación de barreras, formación de personal, etc. La aparición de software que simula estos escenarios (PedGo, Pedestrian Dynamics, FDS/Evac, entre otros) permite abordar estos problemas de una forma eficaz, la cual describiremos de forma más detallada en un siguiente artículo.
Profesor Titular de Estadística e Investigación Operativa
Decano de la Facultad de CC. del Trabajo
Universidad de Granada