La seguridad en locales de ocio y restauración ha sido, históricamente, un tema crítico que cobra especial relevancia en momentos de alta afluencia, como las celebraciones de Navidad o Año Nuevo. Las tragedias derivadas de incendios en espacios de concurrencia pública exponen la necesidad urgente de implementar medidas de seguridad efectivas y concienciar tanto a los responsables de estos establecimientos como al público en general sobre la importancia de respetar la normativa vigente. A raíz del reciente incendio en Murcia en octubre de 2023, que se cobró la vida de trece personas en un complejo de discotecas, la Comunidad de Madrid ha publicado la Guía de Buenas Prácticas para la Seguridad Contra Incendios en Locales de Ocio y Restauración, con el objetivo de servir de orientación para evitar desastres similares en el futuro.
Esta guía recoge pautas y recomendaciones específicas basadas en la experiencia de los Bomberos de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, y está alineada con la legislación de seguridad contra incendios (SCI) para este tipo de locales. Sin embargo, la historia muestra que no basta con tener normativas; es esencial que estas se cumplan de manera estricta y se mantengan actualizadas, especialmente en un sector donde los riesgos pueden aumentar por elementos como decoraciones inflamables, fuegos artificiales en interiores y otros factores que elevan el riesgo de incendios.
El reciente incendio en Murcia es el último en una lista de tragedias ocurridas en locales de ocio y discotecas. A nivel nacional e internacional, varios incendios han marcado un antes y un después en la regulación de este tipo de establecimientos. Veamos algunos de los incidentes más devastadores, sus causas y las lecciones que han dejado:
- Incendio en la discoteca Cromañón (Buenos Aires, 2004): Este incendio, uno de los más graves a nivel mundial en un espacio de ocio, dejó 194 muertos y más de 1.400 heridos. La tragedia fue causada por el uso de pirotecnia en el interior del local, lo que desató el incendio en un techo decorado con materiales altamente inflamables. Las salidas de emergencia estaban bloqueadas, lo que impidió una evacuación rápida y segura, y los sistemas de extinción de incendios eran insuficientes. Este desastre evidenció la importancia de que cada local cuente con materiales de baja combustibilidad, salidas de emergencia operativas y un plan de evacuación eficaz.
- Incendio en el club Colectiv (Bucarest, 2015): Causado también por fuegos artificiales en un espacio cerrado, este incendio provocó la muerte de 64 personas y dejó cientos de heridos. El uso de materiales inflamables en la decoración, así como la ausencia de un sistema de rociadores y salidas de emergencia insuficientes, amplificaron el desastre. El suceso generó una ola de indignación en Rumania y desató un debate sobre la falta de controles de seguridad y corrupción en la emisión de licencias para locales de ocio.
- Incendio en la discoteca Thomas (Murcia, 1990): A pesar de haber ocurrido hace más de 30 años, este incendio sigue siendo recordado por la pérdida de 13 vidas jóvenes en un establecimiento donde las salidas de emergencia no estaban accesibles y las decoraciones resultaron altamente inflamables. La tragedia de 1990 en Murcia puso en el centro de atención la necesidad de normativas estrictas en cuanto a aforos y señalización de salidas, algo que sigue siendo un desafío en muchos locales actuales.
- Incendio en las discotecas Teatre y Fonda Milagros (Murcia, 2023): El incendio ocurrido en octubre de 2023 en el complejo de discotecas Teatre y Fonda Milagros, en Murcia, es uno de los siniestros más trágicos en locales de ocio de España en las últimas décadas. La tragedia, que dejó un saldo de trece fallecidos y numerosos heridos, conmocionó al país y expuso graves deficiencias en las medidas de seguridad y control de estos espacios. La investigación inicial reveló fallos significativos en el cumplimiento de normas básicas de protección contra incendios, entre ellos el acceso a salidas de emergencia y la posible falta de mantenimiento en los sistemas de Protección Contra Incendios (PCI). La tragedia en Murcia señaló, de manera alarmante, los mismos riesgos que ya habían quedado en evidencia en incendios anteriores: obstrucción en las vías de evacuación, carencia de sistemas de detección y control del fuego en óptimas condiciones, y dificultades para coordinar una evacuación efectiva en un momento de alta afluencia.
En respuesta a las vulnerabilidades demostradas en incendios como los anteriormente mencionados, la Comunidad de Madrid ha desarrollado esta guía con el objetivo de garantizar la seguridad en locales de ocio y restauración, y proteger tanto a los usuarios como a los trabajadores. Entre sus recomendaciones más destacadas se encuentran las siguientes:
- Respetar el aforo autorizado: Uno de los factores que contribuye a las tragedias es la sobrecarga de personas en un mismo espacio. La guía enfatiza la importancia de mantener el aforo permitido para evitar bloqueos en las salidas y aglomeraciones fatales en caso de emergencia. Este es uno de los aspectos en los que se observa un cumplimiento irregular en muchos locales, lo cual representa un alto riesgo en situaciones de pánico.
- Evacuación y señalización adecuada de salidas: La correcta disposición de salidas de emergencia, libres de obstáculos y señalizadas, es crucial. En los incidentes de Murcia y Cromañón, se observó que las rutas de evacuación eran insuficientes o no estaban claramente marcadas, lo que resultó en confusión y pánico entre los asistentes. La guía remarca que las salidas deben permanecer operativas, bien señalizadas y accesibles en todo momento para garantizar una evacuación rápida y ordenada.
- Equipos de Protección Contra Incendios (PCI): El acceso y visibilidad de equipos como extintores, bocas de incendio equipadas (BIE) y luces de emergencia es una prioridad en cualquier local de ocio. Estos elementos deben estar operativos y en buenas condiciones, ya que son la primera línea de defensa en caso de incendio. La guía prohíbe expresamente la desconexión de la central de detección de incendios y exige que los equipos PCI estén en funcionamiento continuo.
- Control y mantenimiento de instalaciones de riesgo especial: Especialmente en locales de restauración, se deben realizar inspecciones periódicas de instalaciones como cocinas y sistemas eléctricos. La guía recomienda, por ejemplo, que las campanas y conductos de extracción de humos se limpien al menos una vez cada seis meses para evitar la acumulación de grasas que puedan actuar como material combustible.
- Decoraciones con reacción al fuego adecuada: La guía advierte sobre el uso de materiales inflamables en la decoración de locales, un aspecto que ha contribuido al desarrollo de grandes incendios en lugares de ocio. Los elementos decorativos deben cumplir con los requisitos de combustibilidad, emisión de humos y caída de gotas inflamables. Asimismo, la colocación de decoraciones en las vías de evacuación o sobre los sistemas PCI queda prohibida para no obstruir el paso o el acceso a estos equipos en caso de emergencia.
- Plan de Autoprotección: Un Plan de Autoprotección actualizado es fundamental para la coordinación de una respuesta efectiva en caso de incendio. La guía establece que este plan debe estar implantado, registrado en la Comunidad de Madrid y disponible para los servicios de emergencia. Un Plan de Autoprotección bien diseñado puede reducir el caos y aumentar las probabilidades de una evacuación segura.