Nuevos nichos laborales para el Director de Seguridad.

Tras darle varias vueltas a mi cabeza pensando en cuál sería mi primer artículo para  Crónica de Seguridad me he decidido por abordar las nuevas  oportunidades laborales que se abren en el mercado de  los Directores de Seguridad ante la irrupción de las TIC, el nivel 4 de alerta terrorista y los nuevos fenómenos delincuenciales que estamos viviendo.

En primer lugar observamos como las tecnologías de la información y comunicación han irrumpido en nuestra sociedad y están cambiando los procedimientos en todos los sectores y lógicamente en la Seguridad también, tanto en la pública como en la privada, y en este sentido puedo afirmar que no todos los directores de seguridad se han formado en estas líneas, por lo que aquellos que realmente se han ido adaptando a esta nueva realidad se están convirtiendo en los mejores candidatos. Hay aspectos como la Ciberseguridad que van a ser transversales a todas las seguridades y con esto no quiero decir que nos tengamos que reconvertir en Ingenieros Informáticos pero sí que tenemos que tener un nivel de comprensión muy alto del alcance, líneas estratégicas, derivaciones, modus operandi y novedades de Hackeo, y saber contratar o contactar con los profesionales adecuados así como qué tipo de comunicación e información debemos tener con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Por otra parte y dentro de este apartado de TIC hay que tener en cuenta los avances en el campo de la ingeniería de seguridad en los últimos años, en  todas sus ramas, incendios, CCTV, análisis inteligente de vídeo, drones, etc. Se ha abierto un campo tecnológico impresionante y los cambios están siendo constantes por lo que el hecho de estar al día en estas líneas requiera un esfuerzo y un estudio que no todo el mundo quiere o puede hacer, es decir, la posibilidad de ser un buen candidato a  liderar, integrarse o cesar en  un departamento de seguridad en gran medida va a depender de estos nuevos conocimientos que a su vez van a racionalizar y rentabilizar los esfuerzos e inversiones en seguridad del organismo, empresa o institución correspondiente.

Tenemos que tener en cuenta el nuevo escenario de seguridad o inseguridad que vivimos y vamos a vivir durante los próximos años con el fenómeno yihadista y el nivel de alerta 4 sobre 5 por terrorismo, que sin duda va a poner a nuestro sector en un nivel relevante desde el punto de vista social y profesional. Dentro de esto los departamentos y directores de seguridad, las políticas de prevención, comunicación e intervención  van a ser cada vez más decisivas y está claro que con la entrada en vigor del Reglamento de seguridad privada habrá que cambiar muchas cosas y hasta donde han ido explicando desde la Unidad Central de Seguridad Privada y en concreto su  Comisario Principal Esteban Gándara, parece que se redundará bastante en temas de formación tanto de directivos como de operativos, y de comunicación con Policía y Guardia Civil.

Si observamos la Ley de Protección de Infraestructuras Críticas o la de Seguridad Privada vemos como se hace especial hincapié en la transversalidad de la Ciberseguridad en todas las seguridades, en las comunicaciones con Cuerpos de Seguridad, en la formación, en la resiliencia, en la inteligencia, en la prevención, análisis de riesgos, todos términos que nos son familiares a los profesionales del sector pero que tenemos que dominar al máximo nivel si queremos convertirnos en grandes candidatos para ocupar la dirección de un departamento de seguridad en una organización de primer nivel para lo que tendremos que desempolvar nuestros ordenadores y neuronas y bucear en estos campos de conocimiento de forma autodidacta o localizando cursos específicos que nos ayuden a integrarnos en estas disciplinas así como en los fenómenos delincuenciales que son de máxima actualidad. En este sentido entiendo que una buena formación en terrorismo nos hará impactar en las situaciones más graves posibles y en todas sus disciplinas, ciberataques, explosivos, asaltos, secuestros, etc.,  ya que hoy se puede esperar un ataque terrorista desde cualquier opción de agresión y por su magnitud o la posibilidad de daño, si tenemos una buena formación y conocimiento en esta línea se puede inferir que estaremos preparados para afrontar cualquier tipo de agresión en las mejores condiciones. Atrás quedaron los tiempos en los que los análisis de riesgos solo se hacían con un par de métodos, donde el análisis inteligente de vídeo era ciencia ficción, donde  la gestión de la información para seguridad estaba reservada a los servicios de inteligencia, donde para formarnos en una disciplina concreta había que llamar por teléfono o esperar un curso específico, donde no se le podía pedir información a Policía…

Según mi opinión estamos en un gran momento para que un profesional de la Dirección de Seguridad se haga un planteamiento ambicioso de vida profesional a corto plazo ya que dispone de la formación y el conocimiento previo necesario de partida y sabemos que durante los próximos años desgraciadamente la seguridad o inseguridad van a ser discursos de moda en nuestra sociedad.

 

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