Terrorismo anticolonialista.

En torno a la década de 1920 comienza la Segunda Oleada de Terrorismo, según David Rapoport: la oleada anti-colonialista.

Los grupos de la segunda oleada estaban guiados por la idea de autodeterminación nacional. Una idea de autodeterminación nacional que es plenamente deudora del Tratado de Versalles (1919), tras la Primera Guerra Mundial, y de forma más concreta del Presidente norteamericano Thomas Woodrow Wilson, su mayor impulsor. Aunque es bien cierto que en la mente de Wilson no entraban en consideración las colonias del bando vencedor.

Los imperios coloniales de los Estados derrotados en la Gran Guerra quebraron y se aplicó el principio de autodeterminación y los Mandatos como paso previo a la independencia. En buena lógica, la aplicación de este principio cuestionó también los imperios coloniales vencedores.

El modo de actuar de este terrorismo cambia con respecto a la oleada anarquista; ahora se imponen tácticas de guerrilla. La táctica de “golpear y huir” es difícil de combatir; y el objetivo principal de estos golpes suele ser la policía. En muchos casos, como explica Rapoport[1], las policías son sustituidas por unidades militares que carecen de experiencia para afrontar este tipo de lucha, lo que hace que en no pocas ocasiones la respuesta sea tan desmedida que los terroristas ganan apoyos entre los ciudadanos.

Estos grupos abandonan la denominación de “terroristas” que se auto-aplicaban los anarquistas y se aplican la de “luchadores por la libertad” (freedom fighters). Pretendían constituirse en el preámbulo de la independencia nacional.

Es en este momento histórico que nace el Irish Republican Army, el IRA (Ejército Republicano Irlandés) frente al Imperio Británico. El Estado Libre de Irlanda nace, tras la Guerra de Independencia de Irlanda, y la firma del Tratado anglo-irlandés el 6 de diciembre de 1921. Pero, de inmediato, estalla una guerra civil en Irlanda (junio de 1922 y mayo de 1923). El Tratado anglo-irlandés permitía que los condados del noroeste (la Irlanda del Norte), de religión protestante, salieran de la nueva República Irlandesa y se reincorporaran al Reino Unido.

A lo largo de los años siguientes van surgiendo movimientos de este tipo en otras zonas del mundo, pero con los mismos objetivos: la independencia nacional. Así, el Irgún en Israel, a comienzos de la década de los ’30 para combatir frente al Mandato Británico en Palestina. La Organización Militar Nacional en la Tierra de Israel (o Irgún) era una organización militar secreta que nace de una escisión del Haganá (La Defensa).

La acción terrorista más conocida del Irgún fue, sin duda, el atentado contra el Hotel Rey David, en Jerusalén, el 22 de julio de 1946. El hotel albergaba nada menos que el Gobierno Civil del Mandato Británico de Palestina, el Cuartel General del Ejército y la División de Investigación Criminal. La operación consistió en el uso de explosivos con el objetivo de matar de forma indiscriminada. El resultado: 91 muertos. La novedad: la población civil (sencillos usuarios del hotel) fue fijada como blanco por primera vez.

Este tipo de terrorismo, asociado a la liberación nacional tomó nuevo impulso tras el final de la Segunda Guerra Mundial y con el comienzo de la Guerra Fría, cuando el factor estratégico de los dos bloques entra en juego. En este sentido expresaba Net que el terrorismo anticolonial “también fue afectado muy decisivamente por la guerra fría”. Para continuar con el siguiente comentario: “A pesar de que el Irgún y Lehi, en Israel, los Mau-Mau, de Kenia, y la EOKA, de Chipre, ofrecen ejemplos interesantes, la experiencia argelina con el FLN en los años de la década de 1950 constituyó la piedra angular en la aplicación del terror con el propósito de afectar fines políticos. Por primera vez, el terrorismo indiscriminado y generalizado fue usado exitosamente en una guerra de liberación nacional, la que incluyó también elementos de una revolución social, esta última representada por un movimiento de masas. Desde entonces, Algeria ha llegado a ser el “modelo” para el “uso creativo de la violencia”[2]. 1956 y 1957 fueron años particularmente sangrientos en Argelia, tanto por las acciones del FLN como por la respuesta francesa, dirigida por el General Massu.

Finalmente, y aunque la mayoría de los grupos terroristas fueron derrotados o se integraron en vías netamente políticas, la independencia fue llegando a las antiguas colonias desde 1945 y hasta 1975.

[1] Rapoport, David C.: The Four Waves of Rebel Terror and September 11 (Anthropoetics VIII, no. 1 Spring/ Summer 2002).

[2] Nef, J. 1984. Terrorismo: política del miedo. (Relaciones Internacionales. 7, 1, enero 1984).

 

Ricardo Vidal

Director de Seguridad Dpto. nº 967

Coordinador del Programa Superior en Terrorismo Yihadista.

Coordinador del Curso Superior de Protección de Infraestructuras Críticas.

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