ID-Art: la tecnología al servicio de arte.

La defensa del patrimonio artístico y cultural ha encontrado en la tecnología, en el software de dispositivos móviles concretamente, un valiosísimo aliado tras el desarrollo, por parte de Interpol, de ID- ART, una aplicación móvil concebida para descubrir bienes culturales robados, reducir el tráfico ilícito de obras de arte y aumentar la probabilidad de recuperar los objetos sustraídos.

Interpol, la mayor organización policial del mundo, formada por 195​ países, hace públicos 52.000 bienes culturales robados o desaparecidos a lo largo de todo el mundo. De todos los objetos artísticos mostrados, 723 son españoles y entre ellos se encuentran el primer mapa del Caribe o tallas del maestro imaginero Francisco Salzillo.

En la app, lanzada el año pasado, Interpol muestra su gran base de datos con las obras expoliadas en 134 países. Incluye fotos, descripciones y detalles de los objetos. Es la única base de datos global con certificado de información policial de piezas robadas o perdidas e Interpol ni accede ni archiva los datos de las personas que descargan la aplicación.

Es totalmente anónima para preservar la seguridad del usuario y está disponible en diversos idiomas.

ID-Art puede ser usada por fuerzas de seguridad, personal de aduanas, coleccionistas privados, periodistas, estudiantes o público en general con los siguientes fines:

  • Acceder a la Base de Datos de Interpol sobre Obras de Arte Robadas para comprobar si un objeto ha sido robado.
  • Crear un inventario de colecciones de arte privadas.
  • Informar del robo de un objeto.
  • Notificar sitios culturales en peligro o excavaciones ilícitas.

Este acceso rápido y fácil a través de dispositivos móviles refuerza la respuesta combinada para salvaguardar nuestro patrimonio común.

La aplicación ID-Art puede descargarse de forma gratuita e instalarse en teléfonos móviles de Apple y Android, además, tanto su instalación como su uso son completamente intuitivos.

Al iniciar la aplicación, tras la pantalla de presentación, veremos una ventana llamada Objetos robados, se trata de un extensísimo y variado listado de obras de arte y objetos de interés cultural sustraídos. Aquí podemos encontrar el celebérrimo Sidereus Nuncius de 1610, obra de Galileo que fue sustituida por una copia en 2014 en la Biblioteca Nacional de España.

Si pulsamos sobre cualquiera de los objetos, obtenemos información pormenorizada del mismo y la posibilidad de informar a Interpol sobre cualquier pista o evidencia que se tenga acerca de su paradero o dueño actual.

 

Si clicamos sobre la lupa, en el menú inferior, iremos a la opción Buscar, aquí podremos comprobar si un objeto cultural (escultura, pintura, libro…) está incluido en la Base de Datos sobre Obras de Arte Robadas realizando dos tipos de búsquedas: manual o visual.

 

En la búsqueda manual se pide introducir datos como el tipo de objeto, soporte, técnica, título, nombre del artista o país de procedencia.

En la búsqueda visual, hay que realizar una fotografía de la obra de arte. ID-Art dispone de un sofisticado software de reconocimiento y búsqueda inversa de imágenes para cotejar la foto con las obras registradas en la base de datos.

 

Las búsquedas manuales pueden guardarse, y quedarán registradas con la fecha y hora en que se hizo la búsqueda. Estas marcas de tiempo podrían usarse como confeccionar las diligencias pertinentes.

La siguiente opción del menú inferior, a la derecha de la lupa es Mi inventario que consta de las pestañas Object ID y Ficha de un lugar. Aquí, tanto si se es conservador de museo, representante de una casa de subastas, coleccionista privado, artista o público en general, se puede crear un catálogo privado de objetos culturales.

Se requiere tomar fotografías y registrar las características de las obras en formato Object-ID. Este formato es la norma internacional para la descripción de bienes culturales, destinada a facilitar su identificación en caso de robo.

Mediante las Fichas de un lugar se puede documentar el estado de los lugares en peligro, sean estos monumentos históricos, yacimientos arqueológicos o submarinos.

La aplicación también permite a los usuarios registrar la ubicación geográfica, dar una descripción detallada y subir imágenes para documentar el estado del lugar.

La información resultante en formato Object-ID puede utilizarse como prueba o como base para la reconstrucción, si en algún momento el sitio es saqueado, destruido o víctima de vandalismo urbano.

Los usuarios también pueden comunicar a las autoridades nacionales las excavaciones ilícitas de objetos arqueológicos o paleontológicos.

Interpol no puede leer ninguna información guardada en formato Object-ID, ni las fichas de lugares creadas por los usuarios. Solo tendrá acceso a los registros de objetos que figuren en la aplicación como obras de arte robadas.

En la última opción del menú inferior, Configuración encontramos diversos tutoriales, un correo de contacto y condiciones de uso, así como políticas de privacidad.

 

La aplicación, en general, provee a autoridades y ciudadanos de un canal de comunicación ágil y seguro para acabar con el negocio ilegal de obras de arte y bienes culturales, una lacra lucrativa y perversa que sangra el patrimonio cultural de los países.

 

Gustavo Romero Sánchez

Criminólogo.

Gestor de Redes y Recursos Informáticos en el sector de la Seguridad

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