Cuerda guía. Ventilación y buceo en humos.

La utilización de la cuerda guía nos va a aportar una serie de ventajas, con las cuales, al final vamos a realizar nuestro trabajo de forma más rápida y fundamentalmente mucho más segura, que es el principio básico de toda intervención: la seguridad.

La cuerda guía es de similares características a la de bombero, tiene una longitud de 60 metros y un diámetro aproximado de 8 mm. y llevará unos indicadores de dirección a lo largo de su recorrido.

Su confección es a base de hilos de poliéster, en un extremo lleva acoplado un mosquetón, para hacer mas fácil su anclaje en un punto fijo del exterior, y en el otro extremo una gaza para anclar a la bolsa. Se lleva plegada dentro de una bolsa, la cual dispone de un agujero, por donde sale un extremo, al ir tirando de la cuerda conforme avanzamos esta se va desplegando sin dificultad.

Instalación de la cuerda guía:

– La bolsa se coloca (con el orificio de salida hacia abajo) en el E.R.A. del bombero que dirige el equipo, el Líder de la búsqueda, el bombero rastreador va sacando la cuerda, conforme se avanza.

– El mosquetón se anclara a un punto fijo en el exterior de la zona de riesgo, debe ser un punto seguro y firme.

– El Líder va rastreando el terreno y localizando puntos de anclaje seguros que comunica al rastreador para que vaya fijando la cuerda mediante nudos simples, rápidos pero que no se deshagan por accidente, estos deben permitir que la cuerda vaya siempre tensa y nunca estén en contacto con el suelo.

– Atar la cuerda cada vez que se cambie de sentido. En puertas atar a ambos lados del picaporte.

– En pasillos atarla a un lateral evitando cruces. En escaleras atar en cada descansillo y en el lado de la barandilla, para aprovechar mejor su longitud y evitar enganches en la medida de lo posible se deben evitar las trayectorias verticales.

– Si al instalar la cuerda tenemos que salir (poco aire, fin de la cuerda, localización de victimas…) dejaremos la bolsa bien atada en el último punto de anclaje.

– Al plegar la cuerda, comprobaremos que los indicadores de sentido están en posición correcta.

La cuerda dispone cada 2,5 metros y en toda su longitud, de unos indicadores de dirección, formados por parejas de cordoncillos anudados y separados entre sí 150 mm. Esto es así para que el bombero, estirando los brazos a un lado u otro de la cuerda, encuentre los indicadores de dirección cuando los necesite para orientarse.

La función de los cordoncillos es dar la idea de la dirección en que se efectúa el recorrido. Si avanzamos agarrando la cuerda y pasando nuestra mano cerrada por ella lo primero que tocamos es el cordoncillo corto (el de los dos nudos) estaremos avanzando hacia el interior del incendio, pero si por el contrario al avanzar con la cuerda agarrada lo primero que tocamos es el cordoncillo largo (un solo nudo) estaremos avanzando hacia la salida.

En algunas ocasiones nos veremos en la necesidad de usar más de una cuerda guía, alargando la que se está utilizando o por tener que crear ramificaciones en el recorrido. Estas se indican mediante una tarjeta agujereada que se reconoce con el tacto.

Deberemos de proveernos de dos tipos diferentes de marcas, unas para las líneas guía principales y otras para los diferentes tramos.

Marcas de la cuerda guía principal:

Cuando por la envergadura del recinto, (un hotel, un centro comercial…Etc.) sea necesario el uso de más de una cuerda guía para rastrear un recinto y siempre que dispongamos de personal y medios suficientes para ello, podremos establecer dos búsquedas simultáneas por zonas diferentes, estas dos búsquedas deben estar perfectamente comunicadas y coordinadas.

Cada cuerda guía vendrá acompañada de dos marcas circulares de 75 mm de diámetro aproximadamente con las letras A y B por cada lado y un agujero con un anillo metálico u otro dispositivo que permita unir este anillo al mosquetón final de la línea guía.

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