La inverosímil huida de prisión de Michel Vaujour

Imagen generada por inteligencia artificial

Michel Vaujour, conocido como uno de los criminales más famosos de Francia, tiene una de las historias más espectaculares en su huida de una prisión de alta seguridad. La vida de Michel Vaujour no fue fácil desde sus inicios. Criado en un entorno difícil, su inclinación hacia la delincuencia comenzó desde joven, y rápidamente se convirtió en un habitual de las prisiones francesas. Sin embargo, la cárcel no era un lugar donde Vaujour se quedaría por mucho tiempo. Entre 1973 y 1986, Michel protagonizó al menos seis fugas exitosas, desafiando la autoridad y demostrando su astucia y determinación.

Uno de sus primeros escapes involucró la creación de llaves replicadas utilizando jabón, que le permitieron abrir las cerraduras de su celda y huir sin ser detectado. En otro incidente, utilizó armas falsas hechas de madera pintada, con las cuales convenció a los guardias de que estaba armado y peligroso, logrando así su liberación.

Cada vez que Vaujour era capturado, las autoridades reforzaban las medidas de seguridad, pero él siempre encontraba una manera de evadir la seguridad. Sus continuos intentos de fuga lo llevaron finalmente a la cárcel de La Santé, una prisión de máxima seguridad en París, donde las condiciones eran extremadamente duras y la vigilancia sobre él era constante. A pesar de ello, Vaujour también logró escapar de La Santé gracias a la inestimable ayuda de su mujer.

Durante su estancia en La Santé, Michel apenas recibía visitas. Solo su hermana y su esposa, Nadine Vaujour, seguían visitándolo regularmente, llevando consigo comida, ropa, revistas y cigarrillos. Nadine, a quien Michel había conocido años antes, no solo se convirtió en su fiel compañera, sino que también sería clave en su fuga..

El 26 de mayo de 1986, Michel Vaujour protagonizó la que es considerada una de las fugas más espectaculares de la historia criminal francesa. Ese día, los parisinos se sorprendieron al enterarse de que Michel había logrado escapar de la prisión de La Santé en un helicóptero, algo que parecía sacado de una película de acción. Lo que pocos sabían en ese momento era que la persona que pilotaba el helicóptero no era otra que Nadine Vaujour, su esposa, quien había aprendido a pilotar en solo cinco meses.

El plan fue ejecutado con una precisión impresionante. Nadine, utilizando una identidad falsa, alquilaba helicópteros regularmente para entrenar y no levantar sospechas. Mientras tanto, Michel ideaba cómo llegar hasta el techo de la prisión. El día de la fuga, Michel y su cómplice, Regis Hernández, amenazaron a los guardias y prisioneros con granadas falsas hechas de frutas pintadas de verde y negro. En lugar de dirigirse hacia la salida principal, ambos hombres corrieron hacia los techos de la prisión, donde Nadine ya los esperaba con el helicóptero.

Al ver el helicóptero, los guardias quedaron desconcertados. A pesar de las advertencias para que la nave se alejara, Nadine desoyó las órdenes y descendió hasta estar lo suficientemente cerca para que los hombres se sujetaran. Michel se aferró a uno de los patines del helicóptero mientras este despegaba, dejándose colgar mientras la nave se alejaba de la prisión. Su cómplice, sin embargo, decidió quedarse en la cárcel, levantando las manos en señal de rendición. Entre las incógnitas que aún quedan de esta historia está el saber por qué Hernández no trató de subir al avión. Podría ser porque no se vio capaz, o porque Vaujour decidió dejarle tirado.

El helicóptero aterrizó en una universidad cercana, donde la pareja abandonó la nave y se subió a un coche que los esperaba para continuar su huida. La policía, que había llegado al lugar poco después, solo encontró el helicóptero vacío. Durante los días siguientes, la búsqueda de Michel y Nadine se extendió por todo el país, pero la pareja parecía haberse desvanecido sin dejar rastro.

La policía, en un intento por atrapar a los fugados, vigiló durante días la casa de la madre de Nadine, donde se encontraban los hijos de la pareja con su abuela. Tras varios días vigilando la casa, y al ver que no acudían, decidieron entrar en la casa. Allí, solo encontraron a la madre de Nadine viendo una telenovela y ni rastro de los dos niños. Inexplicablemente para la policía, la pareja había conseguido entrar a la casa, recuperar a sus hijos y escapar, todo ello sin ser vistos.

La espectacularidad de la fuga de Michel Vaujour y la participación de Nadine convirtió esta historia en una leyenda romántica. Los medios de comunicación comenzaron a comparar a la pareja con figuras como Bonnie y Clyde, o incluso con Amelia Earhart, debido a la valentía y determinación de Nadine al aprender a pilotar un helicóptero solo por amor. La imagen de la esposa fiel que arriesga todo por liberar a su marido capturó la imaginación de la sociedad francesa.

Sin embargo, la paz no duró mucho para Michel Vaujour. A pesar de haber logrado escapar y eludir a la policía durante meses, su inclinación por el crimen lo llevó de nuevo a la escena delictiva. Solo cuatro meses después de su fuga, Michel volvió a ser noticia cuando, junto a dos cómplices, intentó robar un banco en París. En el enfrentamiento con la policía, Vaujour fue herido de gravedad en la cabeza, quedando paralizado de las piernas. Fue identificado en el hospital a través de sus tatuajes y huellas dactilares.

Tras su captura, Nadine fue arrestada y condenada a catorce meses de prisión por su participación en la fuga. Sin embargo, debido a que estaba embarazada, fue liberada antes de cumplir la totalidad de su condena para dar a luz a su tercer hijo. A pesar de la espectacularidad de su historia, la relación entre Michel y Nadine no pudo soportar las tensiones del crimen y la vida en fuga. Con el tiempo, la pareja se separó.

Michel Vaujour pasó un total de 27 años en prisión, de los cuales 17 los pasó en aislamiento. Su vida delictiva dejó una huella en el sistema penitenciario francés, y no fue el único en escaparse en helicóptero, como ya contamos en otro artículo. Nadine, por su parte, cambió de rumbo completamente. Después de su separación de Michel, estudió derecho y se dedicó a luchar por los derechos de los presos, enfocándose en mejorar las condiciones dentro de las cárceles.

El caso de Michel y Nadine Vaujour tuvo un impacto duradero en la cultura criminal de Francia. Desde su fuga en helicóptero, varias fugas similares han ocurrido en las décadas posteriores. El último caso notable fue el de Redoine Faïd en 2018, quien también escapó de una prisión en helicóptero. Faïd ya había protagonizado una fuga anterior en 2013, utilizando explosivos para abrirse paso hasta la libertad.

Síguenos en...