Hablar de Análisis de Inteligencia es hacerlo de un proceso productivo. En este proceso compilamos, valoramos, analizamos e interpretamos; y lo hacemos a varios niveles: estratégico, táctico y operativo.
Internet, y en general el desarrollo y la innovación tecnológicos, se han convertido en actores principales del escenario actual. Este protagonismo se basa sobre todo, pero no exclusivamente, en la explotación de las fuentes abiertas. Nuestro escenario está en permanente transformación. La Red y los conflictos híbridos y asimétricos determinan la necesidad de una Inteligencia adaptada a estas potentes amenazas. Son éstos un tipo de conflicto que se caracterizan por su complejidad. Y esta complejidad está también enraizada en la Función de Inteligencia, que se suele explicar bajo el esquema de Ciclo.
El verdadero valor de la Inteligencia está en su difusión. El producto debe llegar al consumidor final para que éste lo pueda incorporar al proceso de toma de decisiones.
Hemos dicho que Internet es actor principal de la obra conflictual que se representa diariamente ante nosotros. Y por ello es, precisamente, el núcleo principal de donde extraer información: información, no inteligencia. La información es oro, materia prima; la inteligencia joya, producto terminado. Así que Internet, como un yacimiento petrolífero, se ha convertido en una fuente de recursos. Y como cualquier otra fuente de recursos es causa de competencia y conflicto, y también campo de batalla. Ciberguerra y ciberdefensa, ciberataque y ciberseguridad, y tantos otros ciber-términos son ya de uso común para todos. Naturalmente todo ello produce ciber-inteligencia.
El ciberespacio no tiene fronteras, y donde no hay fronteras difícilmente se puede establecer un orden. Este nuevo campo de acción y conflicto determina un giro estratégico en la Inteligencia. De internet obtendremos datos, multitud de datos, de fuentes abiertas -OSD-. De los datos obtendremos información -OSIF-. Y de la información generaremos inteligencia -OSINT-. (Si seguimos el Manual OSINT de la OTAN también obtendremos Inteligencia Validada, OSINT-V). En los últimos años todo ello se amplía con la Inteligencia de Redes Sociales (SOCMINT). Así pues nuevos actores, nuevas formas de conflicto y nueva inteligencia.
En nuestro país, la Doctrina para Inteligencia define cuatro fases: dirección, obtención, elaboración, difusión. Sin embargo, a partir de la Operación Unified Protector[1] en 2011, la OTAN comenzó a implantar un nuevo concepto: JISR[2]. Este modelo incluye un Ciclo que coordina todos los elementos. Además cuenta con disponibilidad en tiempo casi real. Coordinación y tiempo que acortan el tiempo de toma de decisiones y consecuentemente se minimiza el grado de incertidumbre.
Interdependencia, interconexión, multilateralismo nos fortalecen, pero simultáneamente generan nuevas vulnerabilidades y amenazas. La función de Inteligencia debe ayudarnos a reducir la incertidumbre que éstas producen.
Ricardo Vidal es Coordinador y Tutor del Curso
[1] Martínez Viqueira, Luis: El Ciclo de Inteligencia Complejo: una ágil herramienta para operar en red.
[2] Joint Intelligence, Surveillance and Reconnaissance (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento Conjuntos).